Triste y predecible, pobre técnica y artísticamente, esta obra dirigida por Carlos Aured (El espanto surge de la tumba, 1972) no logra cuajar debido a unas pobres interpretaciones, una historia predecible y un bajo presupuesto.
Cuatro personajes conjugan erotismo, thriller e intriga (sin llegar el horror o terror) con muertos que aparecen y desaparecen tanto fuera como dentro de un Yate.
La resolución a la historia es simple y canta desde antes de llegar a la mitad de la película.
Nada que destacar en esta pobre Serie B enclaustrada como Fantaterror Español "salvo" una prota picantona, Silvia Tortosa (Las garras de Lorelei, 1974).
No hay comentarios:
Publicar un comentario