Real como la vida misma, muy poco o nada ha evolucionado la clase media que tira a alta desde finales de los 80 hasta la actualidad, de hecho si no me equivoco dada la crisis actual ya no existe clase media, ¿o si?.
José Luis Garci (El crack, 1981) dirige esta fenomenal narración visual en la que se burla de la clase media con orígenes bastante humildes en la cual un gran Alfredo Landa (El bosque animado, 1987) se cuestiona si su forma de vida coincide con sus sueños y como había pensado vivirla.
Mucha sátira muy bien mostrada, mucha ironía y sarcasmo, una obra que no decae en ningún momento y que proporciona como origen del conflicto interno de una persona un bien material, un chalet en la Sierra para disfrute de fin de semana y vacaciones.
Situaciones de lo más jodidas que perturban el reposo del guerrero, muchas situaciones con las que me he visto identificado y por eso quizás esta película me ha tocado un poquillo más.
Un producto más que correcto en todos sus apartados y en cierto modo muy filosófico pues hace que uno se plantee si su vida actual es como en realidad la había soñado o simplemente se ha visto sometido a la sociedad.
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